REBECCA [Actualizada]



AÑO: 1940
DIRECCIÓN: Alfred Hitchcock 
PRODUCCIÓN: David O. Selznick
GUIÓN: Philip MacDonald, Michael Hogan
B.S.O: Franz Waxman
FOTOGRAFÍA: George Barnes
REPARTO: Laurence Olivier (Maxim de Winter), Joan -de Beauvoir- Fontaine (Sra. de Winter), George Sanders (Jack Favell), Judith Anderson (Sra. Danvers), Reginald Denny (Frank Crawley), Gladys Cooper (Beatrice Lacy), Florence Bates (Sra. Van Hopper).



LA LUZ DE LA LUNA, PUEDE JUGAR CON LA IMAGINACIÓN...

“Anoche soñé que volvía a Manderley, me encontraba ante la verja, pero no podía entrar porque el camino estaba cerrado. Entonces, como todos los que sueñan, me sentí poseída de un poder sobrenatural y atravesé como un espíritu, la barrera que se alzaba ante mí. El camino iba serpenteando, retorcido y tortuoso como siempre, pero a medida que avanzaba, me dí cuenta del cambio que se había operado; la naturaleza había vuelto a lo que fue suyo y poco a poco, se había posesionado del camino con sus tenaces dedos. El pobre hilillo que había sido nuestro camino, avanzaba y finalmente allí estaba Manderley. Manderley reservado y silencioso...”

INTRODUCCIÓN:
Mientras un lúgubre y sofisticado halo de misterio nos envuelve, el relato de una bella voz femenina, (cuyo nombre permanece en el anonimato, realzando más si cabe, la influencia de Rebeca), nos conduce por un siniestro mundo onírico, perfecta metáfora de un pasado por dilucidar, repleto de ficticios caminos y espesura de todo tipo que oculta la auténtica realidad.

Esta adaptación de la novela homónima de Daphne du Maurier (segunda ocasión en que Hitchcock acudiría a la escritora, tras Posada Jamaica y Los Pájaros a posteriori), crea el suspense partiendo de nuestros miedos más recónditos, de todo aquello que algún día dejamos olvidado en un rincón de la mente y todavía hoy nos sobrecoge. Por ello, lo verdaderamente subyugante de Rebeca, es el protagonismo que el propio Hitchcock otorga a un personaje que no es sino un fantasma, la sombra de un pasado que todo lo invade y cuyo recuerdo se halla omnipresente (nos topamos con sus iniciales por doquier, su ropa, su ama de llaves, su...), hasta el punto de dirigir los hilos desde el más allá y de atormentar las vidas de todos y cada uno con su diabólica sutileza, como una especie de Doctor Mabuse en la sombra.



Precisamente sería el personaje de Rebeca y la fascinación de Hitchcock por la cara más oculta del ser humano, lo que hizo que asumiera el proyecto, pues bajo la fachada de una idealizada Rebeca, se escondía otra de moral laxa y mucho más oscura. De ahí, que la mansión de Manderley parezca poseer vida propia (encerrando misterios, espectros de un pasado que se remueve atormentado y que vuelve para extender un velo de amenaza entre sus habitantes) y se vea como una suerte de encarnación de la propia Rebeca, sembrando la discordia inclusive desde el otro mundo, hasta un punto tal que la única solución posible es su destrucción mediante la purificación que otorga el fuego.


Ardamos pues en esta sublime e inmortal obra sin par, la pesadilla está a punto de comenzar...


 
ARGUMENTO: 

Un año después de perder a su esposa Rebeca, el aristócrata Maxim de Winter conoce a la joven asistente de una dama americana. Ambos acaban casándose y trasladándose a la mansión de Manderley, residencia habitual de él. Sin embargo, la nueva Sra. de Winter, no tardará en percatarse que el recuerdo de la fallecida Rebeca, se halla más latente de lo que se imaginaba, tanto para su esposo, a quien le persigue y tortura, como para la abyecta señora Danvers (el ama de llaves), cuyas reacciones hacia la memoria de la desaparecida, se prestan a más de una interpretación.



En la película existen tres partes diferenciadas, a cual mas apasionante: la primera se asemeja a una realidad cuasi utópica, con un final cargado de suspense; la segunda roza lo sobrenatural; y la tercera, se centra en la parte realista del drama y la justicia poética como epílogo. 

ANÉCDOTAS Y CURIOSIDADES: 
A raíz del éxito cosechado por la película en España, se daría el nombre de rebeca al tipo de chaqueta que luce Joan Fontaine durante la misma.



Fue la primera película de Hitchcock rodada en EE.UU. y la única por la que obtuvo dos Oscars (mejor película y fotografía en blanco y negro), pues el de mejor director, se lo llevó John Ford por Las uvas de la ira, y aunque Hitchcock fue nominado cuatro veces más, nunca lo obtuvo. 



Hitchcock comentaría que “no es una película de suspense, sino casi un cuento de hadas, una especie de Cenicienta que engloba tres estilos literarios: el cuento de hadas, el de misterio y el policíaco”. Asimismo, en una entrevista que concedió al incipiente cineasta y por entonces crítico, François Truffaut (la cual aparece en El cine según Hitchcock), diría que “no la consideraba como una película totalmente Hitchcock, debido a su falta de picardía”. 


 
Además de Rebeca, Hitchcock filmaría tres películas más para Selznick: Recuerda, Encadenados y El proceso Paradine. Un año antes de Rebeca, Selznick alcanzaba el éxito con Lo que el viento se llevó, siendo también conocido por lanzar al estrellato a Ingrid Bergman. Joan Fontaine, triunfó en el casting sobre Vivien Leigh, heroína de Selznick y esposa de Laurence Olivier.



Existen ciertas similitudes con otra de las magnas obras de Hitchcock, Vértigo (1958), como es la obsesión por una imagen femenina concreta (Rebeca y Madeleine respectivamente), las oscuras motivaciones de Maxim y Scottie, que admiten igual cantidad de dobles lecturas, el fetichismo, el amor - odio, y la idea de suplantación de personalidad.


Incluso el mismísimo Orson Welles concluyó Ciudadano Kane de un modo similar al fin de Manderley y el plano de la “R” quemada (en ese caso referida a Rosebud), inspirándose en Manderley para crear su “Xanadú”.


 

ESCENA MEMORABLE:  
La confesión de Maxim de Winter, donde un movimiento de cámara sigue los pasos de la invisible Rebeca por toda la habitación, centrándose en diversos objetos e induciendo de este modo al espectador a completar con su imaginación el relato. 



MORALEJA: 
"El conflicto es la base de todo el drama, por eso el humor es tan importante. El humor es la desaparición de la genialidad: es la desaparición de lo que es normal; es, por tanto, anormal..." (Alfred Hitchcock).

 - THE END -



Comentarios

  1. Esta noche, soñé que volvía a Manderley...ojalá soñara, eso sería que he conseguido vencer al insomnio :).

    Esta película crea en mí sensaciones muy diferentes cada vez que la veo, quizás porque pasan muchos años entre un visionado y otro. La habré visto unas cuatro veces, y no se captan las mismas cosas de adolescente que pasados los treinta, pero en cualquier caso, siepre resulta fascinante, tal vez por lo que cuentas que dice Hitchcock: "no es una película de suspense, sino casi un cuento de hadas, una especie de Cenicienta que engloba tres estilos literarios: el cuento de hadas, el de misterio y el policíaco".

    Me encanta la forma que tienes de contar la crónica sin destripar el final, algo siempre complicado de evitar.

    No sabía que Joan Fontaine arrebató el puesto al, en ese momento, peso pesado Vivien Leigh. Era "justo" pues ésta última era muy recordada en su papel de Scarlett O'Hara, y su picardía creo que estaba muy presente en la mente de todos, en un film en el que quizás requería una carita inocente y una belleza serena y "libre de culpa".
    Si el propio Hitchcock reconoce que le falta el puntillo de picardía en el libro de entrevistas que le hizo Truffaut, así será. Por cierto, ese libro lo he leído y no lo encuentro tan magnífico como la gente dice, creo que básicamente porque se pierde un 50% de la gracia con la traducción.

    Me gustan muchísimo las otras pelis que mencionas que hizo para Selnick, incluso la tan denostada "El proceso Paradine". Y la comparación con "Vértigo" no se me había ocurrido, muy muy curioso todo lo que comentas M-).

    Bueno, y haciendo caso a la moraleja, vamos a echarle un poco de humor: "bravo, bravo y bravo, Lilith", la de cosas que aprendo con tus crónicas, y lo que re-disfruto con los vídeos que cuelgas, las fotos, las anécdotas, datos, paralelismos...

    Besitos, voy a ponerme una rebeca que hace fresquito este enero :P

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    Respuestas
    1. Parafraseando a mi querido y admirado Jardiel Poncela: "La mujer y el libro que han de influir en la vida, llegan a las manos sin buscarlos". Lo mismo ocurre con el cine; todo tiene su momento.

      A mi también me encanta "El proceso Paradine", pero aún más "Recuerda" :D

      ¡Suerte con ese insomnio! y abrígate, que tan sólo a pelo con una rebeca te vas a quedar helada con este frío gélido ;-)

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